La actual movilización de recursos militares de los Estados Unidos en aguas del Caribe representa una de las operaciones de seguridad más significativas de las últimas décadas en el hemisferio occidental, según declaraciones del exoficial de inteligencia naval Jesús Daniel Romero.
Romero, con una trayectoria de 37 años en el Ejército de Estados Unidos, analizó la capacidad operativa desplegada por Washington, que incluye aeronaves de quinta generación F-35, aviones de alerta temprana y el sobrevuelo de bombarderos estratégicos B-1B y B-52 en aguas internacionales cercanas a las costas venezolanas.
"El presidente tiene el despliegue militar más grande en la historia después de la Segunda Guerra Mundial", afirmó Romero en entrevista con el programa La Tarde de NTN24. Según el exoficial, esta movilización no es una acción aislada, sino parte de un plan estratégico diseñado para confrontar la estructura de ingresos ilícitos que sostiene a la administración de Nicolás Maduro y a las organizaciones transnacionales de narcotráfico.
La estrategia actual combina la presión militar con sanciones financieras a la industria petrolera venezolana, con el fin de neutralizar la capacidad de financiamiento del gobierno de Maduro. Romero señaló que el territorio venezolano ha servido como base operativa para grupos disidentes de los procesos de paz en Colombia, facilitando el tránsito masivo de sustancias ilícitas hacia el mercado internacional.
"Esta operación busca corregir lo que denomina una diplomacia previa que no obtuvo resultados", explicó Romero, quien mencionó que la evidencia de estas actividades ilícitas se encuentra documentada en su investigación titulada "El vuelo final, la reina del aire", donde se expone el uso de naves con matrícula estadounidense en operaciones logísticas de grupos irregulares desde el Catatumbo y el estado Apure.
El exoficial de inteligencia naval subrayó la magnitud histórica de esta presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, afirmando que se trata del despliegue más grande desde la Segunda Guerra Mundial. Esta movilización forma parte de una estrategia integral para confrontar los ingresos ilícitos que sostienen al gobierno de Nicolás Maduro y a las redes de narcotráfico que operan desde territorio venezolano.












