Las autoridades confirmaron la identificación de una tercera persona entre los 10 cuerpos y dos osamentas encontrados en una zona boscosa de la zona 25 de la capital guatemalteca. Según los informes, el cuerpo corresponde a Álvaro Ricardo Coronado, de 26 años, quien murió por asfixia por estrangulación.
Este hallazgo se suma a los otros dos cuerpos identificados previamente: Hilary Rashell Vielman Diéguez, una mujer de 20 años, y José Fernando Pérez Taleón, de 25 años. Las autoridades sospechan que los fallecidos podrían estar vinculados a actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico en la zona.
El ministro de Gobernación, Marco Antonio Villeda, declaró que los cuerpos no fueron asesinados recientemente, sino que han sido trasladados y abandonados en el lugar. Algunas de las víctimas se encontraban en estado esquelético, lo que dificulta la identificación.
Los restos humanos fueron encontrados al fondo de un barranco utilizado como basurero clandestino, en el kilómetro 14 de la ruta hacia Santa Lucía Los Ocotes, zona 25 de la capital. Bomberos Voluntarios localizaron los cuerpos y una osamenta durante las labores de extracción.
La Policía Nacional Civil (PNC) ha informado que el caso será trasladado a las unidades especializadas de investigación para dar seguimiento y establecer el perfil de cada una de las víctimas. Asimismo, se está trabajando para determinar si los cuerpos coinciden con las denuncias de desaparición registradas en el sector.
Este hallazgo macabro ha generado conmoción en la población y ha puesto en evidencia la grave situación de inseguridad que enfrenta Guatemala, especialmente en lo que respecta a la violencia relacionada con el crimen organizado y el narcotráfico. Las autoridades se encuentran realizando las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este terrible suceso.












