Tras ser reelecto en 2025, el presidente Daniel Noboa completa su primer año de gobierno enfrentando importantes desafíos en materia de seguridad, salud y reactivación económica, a pesar de algunos avances puntuales en su estrategia.
Noboa asumió la Presidencia en noviembre de 2023 después de ganar las elecciones extraordinarias convocadas tras la "muerte cruzada" decretada por el entonces mandatario Guillermo Lasso. Su proyecto político fue ratificado en abril de 2025, cuando logró la reelección con el 55,62% de los votos.
Durante su campaña y al inicio de su gestión, Noboa sintetizó su plan de gobierno en torno a tres ejes fundamentales: seguridad, inversión pública y empleo juvenil. Sin embargo, al cumplirse el primer año, el mandatario enfrenta importantes desafíos en cada uno de estos ámbitos.
En materia de seguridad, la estrategia del gobierno se ha centrado en la aplicación de estados de excepción y la inauguración de la cárcel de máxima seguridad "La Cárcel del Encuentro". No obstante, las cifras de violencia letal continúan en ascenso, con un incremento del 47% en los homicidios intencionales durante el primer semestre de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Respecto al empleo juvenil, Noboa lanzó el programa "Jóvenes en Acción", que ha beneficiado a más de 24,000 jóvenes con pasantías pagadas. Sin embargo, estas iniciativas están lejos de cumplir la meta de 250,000 empleos prometida durante la campaña, y el desempleo juvenil alcanzó el 42,3% en noviembre de 2025.
En el ámbito de la salud, la gestión de Noboa se ha visto marcada por la inestabilidad en el Ministerio de Salud Pública, con seis ministros en 24 meses, y la persistencia de problemas estructurales como la falta de medicamentos. Aunque se han adoptado medidas como la reforma a las normas de contratación pública, la crisis del sistema sanitario sigue siendo uno de los principales desafíos pendientes.
Otros proyectos, como la construcción de 100,000 viviendas y la ampliación del Hospital Eugenio Espejo, también muestran avances limitados en comparación con las metas planteadas.
A un año de su reelección, el balance del gobierno de Daniel Noboa evidencia que el principal reto ya no está en el diagnóstico, sino en la capacidad de traducir las promesas de campaña en resultados concretos y sostenidos. El segundo tramo de su mandato será clave para medir si el Ejecutivo logra avanzar en la solución de los problemas estructurales que aún aquejan al país.












