A pesar de que el movimiento de protesta ha perdido fuerza en su tercera semana, la Coordinadora Rural, uno de los principales sindicatos de los campos galos, organizó para este lunes el cierre del túnel de Foix, en el sureño departamento de Ari ge. Esta acción bloquea una ruta estratégica para enlazar a la ciudad de Toulouse con España y Andorra, utilizada por unas 15 mil personas a diario.
Las protestas se originaron el 10 de diciembre por la decisión del Gobierno de sacrificar más de 200 vacas, luego de detectarse un caso de dermatosis nodular, una enfermedad viral contagiosa que puede ser letal, en una finca del departamento de Ari ge. Los agricultores reclaman métodos alternativos menos drásticos al sacrificio masivo de animales, incluso aparentemente sanos, una vez detectado el foco.
Tras las negociaciones entre el Gobierno y los agricultores, se ratificó el protocolo vigente de sacrificio de animales. Sin embargo, una parte de los agricultores se ha negado a aceptar esta medida y han mantenido las protestas.
La ministra de Agricultura, Annie Genevard, activó una campaña para vacunar a 750 mil vacunos, pero insistió en la efectividad del sacrificio de animales como método para contener la enfermedad. Ayer, la titular celebró que ya se han inmunizado la mitad de los animales previstos.
El Gobierno llamó a los agricultores a una tregua navideña, pero un sector de los manifestantes la ha descartado, manteniendo el bloqueo del túnel de Foix como medida de presión. Esta acción afecta gravemente la circulación en una ruta estratégica utilizada por miles de personas a diario.
La disputa entre el Gobierno y los agricultores refleja la complejidad de los desafíos que enfrentan los productores rurales en Francia, donde las políticas de salud animal y las medidas de contención de enfermedades a menudo entran en conflicto con las demandas y preocupaciones de los propios agricultores.
