Stephany Griffith-Jones, la economista que recientemente dejó el Banco Central al culminar su periodo como consejera, abordó en profundidad la coyuntura económica de Chile y su paso por el instituto emisor. La experta, nacida en Praga, destacó el funcionamiento del Banco Central y la positiva evolución que ha experimentado en las últimas décadas.
En una entrevista con T13 Radio, Griffith-Jones coincidió con el presidente del Banco Central, Mario Marcel, al estimar que la inflación llegaría a la meta de la entidad en el primer trimestre de 2026. Además, calificó como "razonable" el crecimiento que está mostrando la economía chilena y destacó especialmente el desempeño de la inversión.
La economista puso énfasis en el dinamismo de la inversión, que se ha acelerado marcadamente desde 2025, con un foco en los sectores de minería y energía. Según Griffith-Jones, esto se debe principalmente a factores estructurales, como el precio del cobre y las necesidades de largo plazo de la economía mundial de este metal y del litio.
En este contexto, la experta respaldó el acuerdo entre Codelco y SQM para explotar el litio en el Salar de Atacama, al considerar que esto llevará a un aumento de la producción de este mineral estratégico, generará ingresos públicos y permitirá la transferencia de tecnología.
Griffith-Jones también destacó la flexibilidad del presidente Gabriel Boric para sacar adelante algunos proyectos y la buena coordinación entre el equipo económico del mandatario y el Banco Central. Según la economista, hubo "una muy buena gestión a nivel macroeconómico, que se complementó muy bien con el trabajo del Banco Central".
Sin embargo, la ex vicepresidenta del Banco Central señaló que uno de los principales desafíos para Chile es mejorar la distribución del ingreso y la riqueza, que aún no es "suficientemente justa". Griffith-Jones afirmó que esto es clave para lograr la paz social en el país.
En ese sentido, la economista destacó la importancia de acelerar el crecimiento, combatir la inflación y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de los trabajadores, ya que "hay gente que gana muy poco en Chile".









