La temporada de verano ha dejado una estampa desoladora en las playas de Lima y Callao. A pesar del fuerte sol y las vacaciones escolares, que han atraído a miles de bañistas a los balnearios, estos se han convertido en verdaderos vertederos de residuos.
Según un informe internacional liderado por el programa Científicos de la Basura, que monitoreó el estado de 179 playas en diez países de la región, Perú vuelve a encabezar la lista de las playas más contaminadas del Pacífico latinoamericano. Más del 70% de las playas limeñas no son aptas para el baño debido a la alta concentración de desechos.
Los obreros de limpieza han encontrado todo tipo de basura abandonada por los visitantes: botellas de licor, platos descartables, restos de comida e incluso pañales usados. Incluso, en algunos casos, han ubicado enterrados restos de lechones que los bañistas habían consumido en la arena.
"Todos quieren divertirse en la playa, pero eso solo significa tomar el sol, jugar o bañarse en el mar. No tomar licor, comer o enterrar pañales en la arena", señaló Gary, un fotógrafo que visitó los balnearios limeños.
A diferencia de lo que ocurre en otros destinos turísticos de la región, como Cancún y Acapulco en México, Copacabana e Ipanema en Brasil, Viña del Mar en Chile o Punta del Este en Uruguay, donde impera la limpieza y el orden, en las playas peruanas predomina la suciedad y la falta de urbanidad de los visitantes.
Las autoridades locales han reconocido el problema y han intensificado las labores de limpieza, pero parecen ser insuficientes ante la magnitud de la contaminación. Expertos coinciden en que se necesitan campañas de concientización y una mayor fiscalización para revertir esta situación.












