El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recurrido a una conocida metáfora bíblica para describir la situación que atraviesa su país en medio de la tensión con Estados Unidos. En un discurso reciente, Maduro afirmó que los venezolanos llevan 27 semanas "amenazados por Goliat", en una clara alusión a la potencia norteamericana.
La comparación de Maduro hace referencia al relato bíblico de David y Goliat, en el que el joven David logra vencer al gigante Goliat con su habilidad y determinación. De manera similar, el mandatario venezolano parece querer transmitir la idea de que su país, a pesar de ser más pequeño y débil, se enfrenta con valentía a la "amenaza" representada por Estados Unidos.
Esta no es la primera vez que Maduro utiliza referencias religiosas para abordar la compleja situación política y económica que vive Venezuela. En el pasado, el presidente ha recurrido a símbolos y conceptos del catolicismo para fortalecer su discurso y ganar apoyo entre la población, mayoritariamente creyente.
La comparación con Goliat se produce en un momento en el que las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos se encuentran en uno de sus puntos más bajos. La administración de Joe Biden ha mantenido las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump, lo que ha agravado aún más la crisis económica y humanitaria que sufre el país sudamericano.
Maduro ha denunciado en repetidas ocasiones lo que considera una "guerra económica" orquestada por Washington para derrocarlo. En este contexto, la alusión a la historia bíblica parece ser un intento por parte del mandatario de posicionarse como el David que se enfrenta al poderoso Goliat estadounidense.
Sin embargo, la realidad es que Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis, con escasez de alimentos y medicinas, hiperinflación y millones de ciudadanos que han optado por emigrar en busca de mejores oportunidades. Lejos de la imagen heroica de David, el gobierno de Maduro ha sido ampliamente criticado por su autoritarismo, la represión a la oposición y las violaciones a los derechos humanos.
Más allá de las referencias simbólicas, lo cierto es que Venezuela se enfrenta a enormes desafíos tanto a nivel interno como en sus relaciones internacionales. La comparación de Maduro con la historia bíblica puede ser interpretada como un intento por mantener viva la narrativa de resistencia frente a la "amenaza" estadounidense, pero difícilmente refleja la compleja realidad que vive el país.
