El 28 de diciembre, un tren del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se descarriló en Nizanda, Oaxaca, México. La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una investigación para determinar las causas del incidente, que involucró a una máquina principal de un convoy que transportaba a 241 pasajeros y 9 miembros de la tripulación.
Según un comunicado oficial de la Secretaría de Marina, el siniestro ocurrió en el kilómetro Z-230+290 de la Línea Z del sistema ferroviario. Ante la situación, el Gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, informó que personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos y de la Policía Vial Estatal se desplegaron en el lugar para brindar asistencia a los afectados.
La administración estatal mantiene una comunicación constante con las autoridades competentes en el municipio de Matías Romero Avendaño, Oaxaca, a fin de recabar información adicional sobre el estado de salud de las víctimas y el desarrollo de la investigación.
Por su parte, la FGR ha desplegado a sus peritos para establecer si el descarrilamiento se debió a fallas mecánicas, condiciones de la infraestructura o factores externos. La zona de Nizanda permanece bajo resguardo mientras se realizan los peritajes necesarios para integrar la investigación y deslindar responsabilidades sobre el suceso.
La administración federal y el Gobierno de Oaxaca han informado que se brindará una ampliación de los datos por los canales oficiales con transparencia y responsabilidad hacia la población. Se espera que las labores de remoción de la locomotora y la evaluación de daños en la vía férrea permitan proyectar el restablecimiento del servicio de transporte de pasajeros una vez que se garantice la seguridad operativa de la red.
Este incidente en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, una importante ruta de transporte en México, ha generado preocupación y la necesidad de determinar las causas del descarrilamiento para prevenir futuros accidentes y garantizar la seguridad de los usuarios.
