El Zoológico Municipal de San José cerrará definitivamente sus puertas en las próximas semanas, dando paso a un predio dedicado al rescate y cuidado transitorio de animales. Como parte de este proceso, este sábado se llevó a cabo el traslado del único mono japonés que quedaba en el lugar, que fue sedado y llevado al Bioparque Washington Rodríguez Piquinela de Durazno.
Según explicó Esteban Vieta, presidente del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), en declaraciones al medio San José Ahora, el objetivo es convertir el espacio en un centro especializado en el rescate y cuidado temporal de animales.
El traslado del mono japonés, uno de los últimos dos animales que permanecían en el zoológico, se realizó de manera segura y en coordinación con las autoridades locales. Mientras tanto, el único mandril que aún se encuentra en el lugar será adquirido por la organización Animales sin Hogar a mediados de enero.
El cierre del Zoológico Municipal de San José marca el final de una era y el comienzo de una nueva etapa enfocada en el bienestar y la protección de los animales. La transformación del espacio en un centro de rescate y cuidado temporal refleja un cambio de paradigma en la forma en que la comunidad local aborda el tema del cuidado animal.
Esta decisión se enmarca en una tendencia global de reevaluar y mejorar las condiciones de los animales en cautiverio, priorizando su bienestar y la búsqueda de soluciones más éticas y sostenibles. El traslado del mono japonés y la adquisición del mandril por parte de Animales sin Hogar son pasos importantes en este proceso de transición.
La comunidad de San José y las autoridades competentes enfrentan ahora el desafío de dar un nuevo rumbo al espacio del antiguo zoológico, convirtiéndolo en un centro de referencia para el rescate y cuidado de animales. Este cambio representa una oportunidad para abordar de manera más integral y responsable las necesidades de los animales en la región.
