La delicada situación política y diplomática entre España y Venezuela se ha visto reflejada una vez más en el ámbito de la aviación civil. Según informaciones recientes, la conexión aérea entre ambos países seguirá operando bajo mínimos por lo menos hasta finales de enero de 2023.
El pasado martes, la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) emitió una nueva "alta recomendación" a las aerolíneas de evitar sobrevolar el espacio aéreo venezolano. Esta medida se mantendrá vigente al menos hasta el próximo 31 de enero, lo que implica que la ya precaria conectividad entre España y Venezuela continuará en un estado de incertidumbre.
La decisión de la AESA se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre Madrid y Caracas, que se han intensificado en los últimos años. Las autoridades españolas han expresado reiteradas preocupaciones por la situación de los derechos humanos y la democracia en Venezuela, lo que ha generado fricciones con el gobierno de Nicolás Maduro.
Estas tensiones han tenido un impacto directo en la movilidad aérea entre los dos países. Desde 2019, varias aerolíneas han suspendido o reducido drásticamente sus vuelos entre España y Venezuela, dejando a miles de pasajeros sin opciones de viaje directo entre ambas naciones.
La recomendación de la AESA se basa en evaluaciones de seguridad que señalan posibles riesgos para la navegación aérea en el espacio venezolano. Según fuentes oficiales, estos riesgos estarían relacionados con la inestabilidad política y la falta de garantías para la operación segura de las aeronaves.
Para los viajeros que requieren viajar entre España y Venezuela, esta situación representa un importante inconveniente. Muchos se ven obligados a realizar escalas en terceros países, lo que incrementa los tiempos de viaje y los costos de los trayectos.
Expertos en aviación señalan que la prolongación de esta restricción podría tener un impacto negativo en los vínculos económicos, culturales y familiares entre ambos países. Además, advierten que la falta de conectividad aérea directa dificulta los esfuerzos de reactivación del turismo y los negocios entre España y Venezuela.
Tanto las autoridades españolas como las venezolanas han manifestado su interés en encontrar una solución a esta situación. Sin embargo, hasta el momento no se han anunciado avances concretos que permitan restablecer de manera segura y sostenible la conexión aérea entre estos dos países.
