Brigitte Bardot, la legendaria actriz francesa que encarnó la revolución sexual en el cine y luego se convirtió en una feroz defensora de los derechos de los animales, falleció a los 91 años, según un comunicado de su fundación.
La estrella, conocida simplemente como B.B. en Francia, fascinó al público y escandalizó a las autoridades morales con su despliegue de sexualidad en bruto en los años 50 y 60. Se convirtió en un fenómeno de taquilla en Estados Unidos y ayudó a popularizar el cine extranjero entre los estadounidenses.
Más allá de sus películas y música, el sentido de la moda de Bardot la mantuvo a la vanguardia de la cultura pop en la segunda mitad del siglo XX. Su cabello rubio decolorado, largo y liso, o recogido con mechones sueltos, así como su preferencia por atuendos casuales y ajustados, mantuvieron su imagen contemporánea mucho después de los años 60.
Tras retirarse del cine a los 39 años en 1973, Bardot usó su fama para llamar la atención sobre la situación de los animales. Pero siguió siendo una figura controvertida, enfrentando críticas por expresar actitudes antiinmigrantes cuando denunció rituales islámicos que implican el sacrificio de animales.
Desafiando aún más las expectativas públicas, Bardot envejeció de forma natural y resistió la cirugía plástica como tantas de sus contemporáneas de Hollywood. La que fuera "gatita sexual" del cine dejó que su cabello se volviera canoso y no ocultó las arrugas de su rostro tras años de bronceado.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, rindió homenaje a la legendaria actriz, diciendo que ella "encarnó una vida de libertad" y representaba "un brillo universal" que los franceses lamentarán.










