Un recorrido por una tienda guatemalteca en el norte de Georgia revela el impacto de la política antiinmigración de la administración Trump sobre la comunidad hispana en Estados Unidos. Si bien el negocio ha sufrido una caída del 40% en el último año, los datos muestran que la mayoría de los migrantes guatemaltecos han decidido permanecer en el país a pesar del "terror" que reina en cada hogar hispano.
Las remesas familiares, consideradas un importante indicador de la población migrante guatemalteca en Estados Unidos, han crecido este año a un ritmo récord de más del 18%, superando los $25 mil millones. Aunque se atribuye parte de este aumento al retorno de capitales por miedo a la deportación, los datos oficiales muestran que el número de retornados disminuyó de 61 mil en 2024 a 46 mil en 2025, lo que sugiere que la mayoría de los migrantes ha optado por permanecer en el país a pesar de la "ofensiva integral" emprendida por la Casa Blanca.
"Este año, nuestros paisanos estuvieron en el centro de aquella carniza. Cada estacionamiento, un campo minado. Cada llamado a la puerta, una angustia, una taquicardia. No hay lugar seguro para millones de paisanos, quienes, a ese pesar, resisten y persisten", relata un testigo sobre la situación que viven los guatemaltecos en Estados Unidos.
Si bien las remesas representan una quinta parte del Producto Interno Bruto de Guatemala, el país debe "unirse para hacer de esto una necesaria reflexión" y reconocer "el año del migrante" no solo por la cifra monetaria, sino por lo que revela sobre la fortaleza, honestidad y determinación de su pueblo.












