La tecnología ha permitido que cada vez más jóvenes elijan compartir permanentemente su localización y movimientos en tiempo real con amigos o parejas a través de redes sociales e apps. Aunque puede aportar seguridad, los expertos advierten sobre los riesgos de esta práctica, que puede generar dependencia emocional y vulnerabilidad.
La psicóloga Silvia Álava destaca que "saber en todo momento dónde están mis amigos hace que se reduzca la incertidumbre y aporte tranquilidad. Influye ese miedo a quedarse fuera. No compartir se podría interpretar como que no estás dentro del grupo, que tienes más desconfianza o incluso que tienes algo que ocultar".
Las aplicaciones como Instagram, Google Maps o el apartado "buscar" de iPhone permiten compartir la ubicación con un grupo seleccionado de amigos. Esto, según Álava, "puede tener un beneficio, porque facilita la organización o la seguridad con amigos y amigas que saben por donde voy y que si me pasa algo me van a poder ayudar. Nos sentimos más cuidados y apoyados".
Sin embargo, la experta advierte sobre los riesgos de esta práctica si se convierte en algo "impuesto" y genera "dependencia emocional, confundiendo confianza con vigilancia".
Sandra Lázaro, de 29 años, comparte ubicación con sus amigos más cercanos y no se siente vigilada: "Es una forma de sentir seguridad. Vivo sola y cuando vuelvo a casa ya saben por dónde está volviendo cada una". Pero reconoce que también puede servir para que la pillen "in fraganti", como cuando llega tarde.
Por su parte, Paula Santiago, de 30 años, comparte ubicación no solo con sus amigas sino también con su novio: "Mi pareja no quiere compartir la ubicación conmigo, pero yo al ser mujer me siento más segura. Es bueno que gente cercana a mi tenga mi ubicación y si pasa cualquier cosa sepan dónde estoy. No me siento vigilada. No tengo nada que esconder".
Según los expertos, el miedo a agresiones y la pertenencia a un grupo son dos de los mayores motivos por los que se lleva a cabo esta práctica, que suele excluir a los padres. La psicóloga Álava recomienda a los padres trabajar la confianza y el respeto "para que cuenten qué están haciendo y sepan que si ha habido algún problema entiendan que la primera persona a la que se lo pueden decir es a ellos".












