En un conmovedor texto publicado en O Diário, el cirujano dentista Rogério Ferreira da Silva comparte una reflexión profunda sobre las emociones y expectativas que rodean las fiestas navideñas y de fin de año. Lejos de centrarse en los aspectos materiales como la comida, los regalos o los viajes, el profesional de la salud oral invita a enfocarse en el verdadero significado de estas fechas: el perdón, la reconstrucción personal y el agradecimiento por las oportunidades de crecimiento, incluso en los momentos más difíciles.
Ferreira da Silva comienza reconociendo que la Navidad y el Año Nuevo suelen estar cargados de "sensaciones y exigencias", con la presión de tener que mostrarse feliz ante los demás. Sin embargo, el dentista recuerda que "está bien" no estar siempre de buen ánimo, y que estas épocas deben ser más sobre "darse un regalo a uno mismo" que sobre cumplir con tradiciones y expectativas externas.
Uno de los temas centrales de la reflexión es el perdón, especialmente el perdón hacia uno mismo. El autor señala que es común que en estas fechas las personas se comparen con los logros de otros, sintiéndose frustrados por no haber avanzado tanto como les gustaría. Pero Ferreira da Silva enfatiza que "la Navidad es una época de perdón, de perdonarse a uno mismo".
Asimismo, el profesional comparte una anecdota personal sobre haber tenido que trabajar en una emergencia dental en Nochebuena, sintiéndose inicialmente triste por no poder estar celebrando en familia como el resto. Sin embargo, luego reflexionó que en realidad estaba "muy feliz" por poder ejercer su profesión y ayudar a alguien que lo necesitaba en ese momento.
"Necesitamos buscar ser y estar felices en los días comunes también, quizás más que en los festivos, y eso puede ser nuestro trabajo diario", escribe el dentista, resaltando la importancia de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas y en el propio crecimiento personal, más allá de las expectativas sociales.
En sus palabras finales, Ferreira da Silva reconoce que el año que termina puede haber traído altibajos, pérdidas y desafíos, pero que todo eso también forma parte de la vida. "No se puede comparar tu historia con la de nadie. Lo que viviste, solo tú lo sabes. Y lo que aprendiste con eso, nadie podrá quitártelo", concluye, dejando un mensaje de esperanza y autocompasión para encarar un nuevo año.












