La Brigada Investigadora de Robos de Angol, en el sur de Chile, desarticuló una organización dedicada al narcotráfico que operaba desde dos domicilios en la región. Durante los allanamientos, las autoridades incautaron una importante cantidad de drogas, armas, dinero en efectivo y sustancias químicas utilizadas para el procesamiento de cocaína.
Según la información recabada, la imputada tenía dos viviendas, una de las cuales utilizaba para almacenar las sustancias ilícitas y las armas, mientras que en la otra preparaba y acondicionaba la droga.
En total, se decomisaron siete mil dosis de cocaína, valuadas en el mercado informal en 35,8 millones de pesos, es decir, alrededor de 40 mil dólares. Además, se incautaron celulares de alta gama, dinero en efectivo y una serie de insumos químicos empleados en el procesamiento de la droga, como soda cáustica, ácido muriático y bicarbonato de sodio.
El operativo estuvo a cargo de la Brigada Investigadora de Robos de Angol, una unidad especializada de la policía chilena que se encarga de desmantelar redes de narcotráfico y crimen organizado en la zona sur del país.
Las investigaciones permitieron determinar que la imputada utilizaba ambos domicilios para desarrollar sus actividades ilícitas, separando el acopio y almacenamiento de la droga del proceso de corte y envasado. Este modus operandi es común entre las organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes, que buscan minimizar los riesgos y dificultar el trabajo de las autoridades.
La detención de esta mujer y el desmantelamiento de su red de narcotráfico se suman a los esfuerzos que las fuerzas de seguridad chilenas vienen realizando para combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas en la región. Estos operativos buscan no solo desarticular las estructuras delictivas, sino también privar a los narcotraficantes de los recursos y herramientas necesarias para desarrollar sus actividades ilícitas.
