Ataques aéreos respaldados por Estados Unidos golpearon campamentos vinculados al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Nigeria, apuntando a combatientes extranjeros procedentes del Sahel. Las operaciones fueron autorizadas por el presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, y se llevaron a cabo con precisión desde plataformas marítimas en el golfo de Guinea.
Según el Gobierno nigeriano, los ataques se efectuaron el viernes entre la 00:12 y la 01:30 horas locales, tras una "exhaustiva recopilación de inteligencia, planificación operativa y reconocimiento". Se utilizaron un total de 16 municiones de precisión guiadas por GPS a través de drones MQ-9 Reaper, logrando neutralizar a los elementos del EI que intentaban infiltrarse en Nigeria desde el Sahel.
"Estos lugares estaban siendo utilizados como bases de concentración y preparación por elementos extranjeros del EI que se infiltraban en Nigeria desde la región del Sahel, en colaboración con afiliados locales, para planificar y ejecutar ataques terroristas a gran escala en territorio nigeriano", señaló el Ministerio de Información en un comunicado.
Las autoridades aseguraron que no hubo víctimas civiles durante las operaciones, y que las zonas afectadas fueron rápidamente aseguradas. El Gobierno nigeriano reiteró su "firme determinación de enfrentar, reducir y eliminar las amenazas terroristas" en colaboración con sus "socios estratégicos", como Estados Unidos.
Esta acción se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el jueves los bombardeos contra objetivos del EI en Nigeria. El Gobierno y las Fuerzas Armadas de Nigeria ya habían confirmado el viernes el lanzamiento de estos ataques aéreos de manera conjunta con EE.UU.
Las operaciones tuvieron lugar en el bosque de Bauni, en el noroeste de Nigeria, y en las localidades de Jabo, en el estado de Sokoto, y Offa, en el estado de Kwara, cerca de un hotel. Según las autoridades, estos campamentos eran utilizados por combatientes extranjeros del EI que intentaban infiltrarse en Nigeria desde el Sahel.
La colaboración entre Nigeria y Estados Unidos en la lucha antiterrorista en la región se ha intensificado en los últimos meses, en un esfuerzo por contener la amenaza del Estado Islámico y otros grupos extremistas en la zona.
