El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha firmado una ley que aumenta los impuestos sobre las empresas de apuestas y fintech, pero al mismo tiempo ha vetado una sección de la enmienda que buscaba regular este sector.
La medida forma parte de los esfuerzos del gobierno de Lula por recaudar más ingresos y controlar un mercado que ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años. Sin embargo, la decisión de vetar parte de la enmienda sugiere que todavía existen desafíos y debates en torno a la regulación de estas industrias emergentes.
Según fuentes oficiales, el aumento de los impuestos afectará principalmente a las empresas de apuestas deportivas y plataformas de fintech, que han visto un auge en Brasil en los últimos tiempos. La tasa impositiva pasará del 15% al 18% sobre los ingresos brutos de estas compañías.
"Es una medida necesaria para generar más recursos para el Estado y controlar un sector que ha crecido de manera descontrolada", explicó el ministro de Economía, Fernando Haddad. "Queremos que estas empresas contribuyan de manera justa a la recaudación, sin asfixiarlas".
Sin embargo, la decisión de Lula de vetar parte de la enmienda ha generado cierta controversia. Algunos expertos argumentan que la regulación de estos sectores es fundamental para proteger a los consumidores y evitar abusos.
"Es una medida a medias. Por un lado, se aumentan los impuestos, pero por otro lado se evita una regulación más exhaustiva del mercado", señaló el analista económico Gustavo Ribeiro. "Esto deja un vacío legal que puede ser aprovechado por empresas poco éticas".
Desde el gobierno, se defiende que el veto responde a la necesidad de analizar más a fondo algunos aspectos de la enmienda, con el objetivo de lograr una regulación más equilibrada y efectiva a largo plazo.
"No se trata de una decisión definitiva. Vamos a seguir trabajando para encontrar la mejor manera de regular estos sectores emergentes, protegiendo a los consumidores y generando ingresos para el Estado", aseguró el ministro Haddad.
