Investigadores de la Universidad Regional Amazónica Ikiam y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) han descrito una nueva especie de rana que habita en las provincias de Napo y Pastaza, en la Amazonía de Ecuador. La nueva especie, denominada Pristimantis paganus o "cutín pagano amazónico", se caracteriza por una llamativa coloración negra en el dorso y patrones marmoleados claros en el vientre, en el caso de las hembras.
El descubrimiento de esta nueva especie se realizó mediante un enfoque de taxonomía integrativa, combinando análisis genéticos, morfológicos y geográficos para diferenciarla de otras especies similares. El nombre de Pristimantis paganus proviene del latín paganus, adjetivo derivado de pagus, que se refiere a los habitantes de bosques o aldeas alejadas de las ciudades, en alusión a los sitios remotos e inexplorados donde habita esta especie.
La nueva rana ha sido registrada en dos localidades separadas por aproximadamente 50 kilómetros, en la Cordillera de Guacamayos, en Napo, y en el Cerro de Abitagua, en Pastaza. Estas zonas pertenecen a la Reserva Biológica Colonso Chalupas y al Parque Nacional Llanganates, donde hay bosques nublados y ecosistemas de alta montaña entre los 2.100 y 2.500 metros de altitud.
A pesar de estar dentro de áreas protegidas, los investigadores advierten que la especie se encuentra en un estado de "casi amenazada", debido a su limitada distribución geográfica y a factores externos como la minería ilegal, la deforestación y el cambio climático, que ponen en riesgo su supervivencia a largo plazo.
El género Pristimantis cuenta con más de 600 especies reconocidas a nivel global, y Ecuador alberga cerca del 43% de ellas (264 especies), lo que convierte al país en uno de los principales centros de diversidad y endemismo de anfibios en el planeta. Sin embargo, los investigadores señalan que esta riqueza está subestimada, ya que muchas especies permanecen ocultas bajo nombres ya conocidos.
El descubrimiento de esta nueva especie de rana en la Amazonía ecuatoriana resalta la importancia de la conservación de estos ecosistemas únicos y la necesidad de seguir explorando y estudiando la biodiversidad de la región, a fin de proteger y preservar estas especies aún desconocidas.
