Estados Unidos amplía recolección de datos biométricos para todos los extranjeros
La administración estadounidense ha dado un paso más hacia un mayor control fronterizo y migratorio, con la entrada en vigor este viernes 26 de diciembre de una nueva normativa que amplía la recolección obligatoria de datos biométricos a todos los extranjeros que ingresen o salgan del país.
Según informó el Departamento de Seguridad Nacional, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza implementará la captura obligatoria de biometría facial en aeropuertos, puertos marítimos y pasos fronterizos terrestres. Esto elimina las limitaciones previas que restringían este sistema a programas piloto o puntos específicos, aplicándose ahora de forma generalizada en todo el territorio estadounidense.
Con esta medida, deberán someterse al registro biométrico todos los viajeros no ciudadanos, incluyendo titulares de visas, residentes permanentes y visitantes provenientes de Canadá. Las autoridades explicaron que el sistema permitirá comparar de forma automática los registros de entrada y salida, con el objetivo de detectar documentos fraudulentos y mejorar el seguimiento migratorio.
La expansión del programa de recolección de datos biométricos se enmarca en una estrategia más amplia de las autoridades migratorias estadounidenses, que incluye también otras propuestas en evaluación como la exigencia de selfies obligatorias y la entrega de historiales de redes sociales de hasta cinco años en ciertos trámites electrónicos. Si bien estas iniciativas aún no han entrado en vigor, evidencian el creciente énfasis en tecnología y análisis de datos para el control fronterizo.
Desde el Departamento de Seguridad Nacional se justificó la medida asegurando que fortalecerá la seguridad nacional y permitirá agilizar los procesos de inspección, reduciendo además el uso de identidades falsas. No obstante, organizaciones de defensa de los derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto de estas políticas en la privacidad y los derechos de los migrantes.
La implementación total del sistema de recolección de datos biométricos marca un cambio significativo en la política migratoria operativa de Estados Unidos, con un mayor énfasis en el uso de tecnología y el análisis de datos para el control de fronteras y la vigilancia de los flujos migratorios.
