El Partido Aprista Peruano (APRA) enfrenta una nueva crisis interna después de que varios de sus militantes denunciaran que los candidatos electos en las primarias del 30 de noviembre fueron excluidos de las listas oficiales presentadas ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Los reclamos surgieron luego de que se conociera que algunos postulantes con alta votación en la contienda interna no figuraban entre los nombres finales, lo que generó indignación entre las bases y reclamos de dirigentes.
Saúl Garrido, quien se ubicó en el puesto 15 entre los precandidatos a la Cámara de Diputados por Lima, denunció que, por las reglas de paridad de género y alternancia, le correspondía la ubicación 20, pero su nombre no apareció en la lista final.
Según el veterano dirigente Mauricio Mulder, la Comisión Política del APRA habría alterado las listas a partir de la inclusión de los cupos para "invitados", que alcanzan hasta un 20% de los candidatos. Mulder acusó directamente al secretario general del partido, Javier Velásquez Quesquén, de haber colocado a "su hijo, su amante y a un fujimorista" en esos espacios.
"Uno ha puesto a su hijo, otro ha puesto a su amante, otro ha puesto a un fujimorista", señaló Mulder, quien aseguró que, pese a integrar la Comisión Política, no fue convocado a las reuniones donde se tomaron estas decisiones.
Por su parte, Velásquez Quesquén afirmó que "lo que estamos viendo es la reedición de viejas prácticas por unos llamados renovadores. No me voy a prestar a este tipo de maniobras".
La militante Carla García sostuvo que defender al partido implica exigir que se retroceda en los actos que vulneran la democracia interna y "que se restituya lo que fue decidido por el voto militante el 30 de noviembre".
En respuesta, el secretario general del APRA, Javier Valderrama, aseguró que los comicios internos "han sido bastante pulcros" y de acuerdo al marco de la normativa vigente. Añadió que la ley y el estatuto del partido facultan a la Comisión Política a designar hasta el 20% de los integrantes de las listas.
Sin embargo, la crisis interna parece lejos de resolverse, con acusaciones cruzadas y un cuestionamiento profundo a la legitimidad del proceso de selección de candidatos. El APRA, uno de los partidos históricos del Perú, enfrenta ahora un nuevo desafío que amenaza con socavar aún más su imagen y credibilidad.












