El 27 de diciembre de 2025, Rusia lanzó un nuevo ataque con drones y misiles contra la capital de Ucrania, Kiev, dejando un muerto y a cientos de miles de personas sin luz ni calefacción. Este ataque se produjo en vísperas de la reunión prevista entre el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y su homólogo estadounidense Donald Trump en Florida, donde discutirán un plan promovido por Estados Unidos para poner fin al conflicto.
El gobernador de la región de Kiev, Mikola Kalashnik, informó que una mujer de 47 años murió en el ataque y que 11 personas fueron hospitalizadas. Además, unas 320.000 personas quedaron sin corriente eléctrica.
Zelenski, antes de partir a Estados Unidos, declaró que este último ataque ruso demuestra que Moscú "no quiere poner fin a la guerra" y que busca "cualquier excusa para causarle a Ucrania un sufrimiento aún mayor, e incrementar la presión sobre otros". Según el mandatario ucraniano, Rusia desplegó alrededor de 500 drones y 40 misiles en este ataque.
El ejército ruso, por su parte, afirmó haber apuntado a instalaciones militares y a infraestructuras energéticas "usadas en beneficio de las Fuerzas Armadas de Ucrania".
Previo a su reunión con Trump, Zelenski se reunirá con el primer ministro canadiense Mark Carney y hablará por vía telemática con varios líderes europeos.
El plan más reciente de Washington es una propuesta de 20 puntos que congelaría la línea del frente en las posiciones actuales, pero abriría la puerta a que Ucrania retire sus tropas del este, donde podrían crearse zonas tampón desmilitarizadas. Sin embargo, Zelenski indicó que hay desacuerdos entre Kiev y Washington sobre la región oriental del Donbás, controlada en su mayor parte por Rusia.
Estados Unidos ha presionado a Ucrania para que se retire del 20% de territorio que controla en la región de Donetsk, integrante del Donbás, principal exigencia territorial de Rusia. El plan también propone un control conjunto estadounidense-ucraniano-ruso de la central de Zaporiyia, la mayor planta atómica de Europa, que Rusia tomó durante la invasión.
Zelenski afirmó que solo se podrá ceder territorio si el pueblo ucraniano lo aprueba en referéndum. Ucrania obtuvo algunas concesiones respecto al anterior plan en 28 puntos presentado por los norteamericanos, que fue considerado muy sesgado en favor de los intereses rusos.
Moscú criticó esta nueva versión y acusó a Kiev de querer "torpedear" las negociaciones. Rusia considera una línea roja la pretensión ucraniana de seguir aspirando a la OTAN, y se opone también al despliegue de fuerzas de paz internacionales para vigilar un futuro alto el fuego.
Mientras tanto, Trump aguarda la llegada de Zelenski, y afirmó que el mandatario ucraniano "no tiene nada hasta que yo lo apruebe". Sin embargo, el presidente estadounidense dijo creer que la reunión "irá bien" tanto con Zelenski como con el presidente ruso Vladimir Putin.











