José Gregorio Paz-Soldán, destacado diplomático, jurista y político peruano del siglo XIX, desempeñó un papel fundamental en la consolidación de la joven nación peruana tras su independencia. Su amplia trayectoria, que incluyó cargos como canciller, congresista y rector universitario, lo convirtió en una figura clave para enfrentar los desafíos diplomáticos que enfrentaba el Perú en sus primeras décadas de vida independiente.
Paz-Soldán perteneció a una ilustre familia que, junto a sus hermanos Mariano Felipe y Mateo, contribuyó de manera decisiva a la formación del Perú. Según el prólogo del libro "José Gregorio Paz-Soldán, diplomático y jurista", escrito por el embajador José Pareja Paz-Soldán, Paz-Soldán encarnó "todo efectivo valor espiritual realizado o defendido por un pueblo" y fue un "vocero digno por su saber jurídico, espíritu humanista y estilo directo de vigorosa elocuencia".
Su actuación más destacada fue como canciller del primer gobierno de Ramón Castilla, entre 1845 y 1848, un período inusualmente prolongado en tiempos tan convulsos. Durante su gestión, Paz-Soldán tuvo que hacer frente a reclamos y presiones de potencias europeas, como España y el Reino Unido, que buscaban imponer sus intereses en la región.
Un hito importante fue la solución de la "Cuestión inglesa" en 1845, cuando logró la liberación de la escuadra peruana aprehendida por la flota británica en la rada de Islay. Ese mismo año, también tuvo que enfrentar la denominada Expedición Floreana, encabezada por el general venezolano Juan José Flores, quien buscaba reconquistar Ecuador e instaurar una monarquía con el apoyo de España, Francia y Gran Bretaña.
Paz-Soldán adoptó una posición solidaria con el gobierno ecuatoriano, al igual que Chile, siendo estos los primeros países en enfrentar a la escuadra extracontinental. Esto marcó los primeros lineamientos de la solidaridad americana y lo llevó a convocar al Congreso Americano en diciembre de 1847, uno de sus legados más notables.
Otro de sus logros fue haber logrado que España reconociera formalmente la independencia del Perú en 1853, un hecho fundamental para la consolidación de la joven república. Posteriormente, en 1864, siendo presidente Juan Antonio Pezet, Paz-Soldán fue designado plenipotenciario en el Segundo Congreso Americano, celebrado en Lima, donde se produjeron avances sustantivos en la consolidación del Derecho Público Americano.
La trayectoria de Paz-Soldán ha sido homenajeada por la promoción 1975 de funcionarios diplomáticos que lleva su nombre, y el salón de Torre Tagle, donde se suscriben los acuerdos internacionales más importantes, también lleva su nombre.
En resumen, José Gregorio Paz-Soldán fue una figura clave en la formación y consolidación del Perú como nación independiente, gracias a su destacada labor diplomática, jurídica y política, que lo convirtió en un referente permanente para el servicio exterior de la nación.












