El economista José Luis Daza, en su reciente paso por Chile, advirtió que el "infierno" que vive Argentina, con un empleo público descontrolado, puede repetirse en Chile si no se toman medidas para corregir los abusos en la gestión del sector público.
Daza señaló que en menos de dos décadas, el empleo público en Argentina pasó de 2 a 3,4 millones de funcionarios, lo que representa alrededor del 18% del empleo total, mientras que en Chile solo supera el 10%. Esto ha generado un gasto desproporcionado en remuneraciones, que en Argentina alcanza el 10,7% del PIB.
"Si en Chile gastáramos en empleo público lo mismo que Argentina en el año 2023, es decir, 10,7 puntos del PIB, deberíamos aumentar nuestro gasto en remuneraciones en US$ 13.000 millones (3,7 puntos del PIB). Esa cantidad de recursos nos permite hoy, por ejemplo, financiar la PGU para 2,5 millones de pensionados y prácticamente la totalidad de las subvenciones escolares que benefician a más de 3,2 millones de niños y jóvenes", advirtió Daza.
El experto explicó que en Argentina, la Constitución consagró la estabilidad del empleado público, lo que, sumado a una judicialización sistemática de los despidos y a la descentralización financiera a nivel provincial, sin los mecanismos de control adecuados, profundizó la crisis del empleo en ese país.
"Cuando la ley empieza a verse como una agresión, el problema no es la norma, sino el sistema que dejó de respetarla. Y, por lo tanto, no habrá reforma que la enmiende, por más estructural que esta sea, ya que se encargarán de incumplirla. Así, se construyeron los abusos y el 'amarre' en el empleo público argentino", advirtió Daza.
Chile, según el experto, ha recorrido recientemente un camino con similitudes inquietantes con el pasado reciente de Argentina, pero aún está a tiempo de corregir el rumbo y alejarse de ese "infierno" del que, desde el futuro, Daza nos envía una señal de alerta.
