El Gobierno de Cuba, a través del Consejo Nacional de Innovación encabezado por el Presidente Miguel Díaz-Canel, ha dado un importante impulso a la inserción del país en los mercados internacionales de carbono. Esta herramienta, reconocida como clave para combatir el cambio climático, también representa una vía para atraer financiamiento e inversiones extranjeras a sectores clave de la economía cubana.
Durante una reciente sesión del Consejo Nacional de Innovación, expertos de diversas entidades gubernamentales analizaron el estado actual y las proyecciones del mercado de carbono en la isla. Rudy Montero Mata, viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, recordó que por indicación del Consejo de Ministros, el pasado 25 de febrero se aprobó el inicio del proceso de inserción de Cuba en estos mercados internacionales.
Según Montero Mata, Cuba cuenta con importantes potencialidades que la posicionan favorablemente para participar en los mercados de carbono, como su amplio capital natural y las políticas estatales de largo plazo enfocadas en la mitigación del cambio climático, plasmadas en iniciativas como la Tarea Vida.
En este sentido, el Consejo Nacional de Innovación abordó la necesidad de establecer un marco de políticas nacionales para el Mercado de Carbono, crear y fortalecer capacidades en los organismos involucrados, desarrollar una cartera de proyectos sectoriales, formalizar acuerdos de colaboración internacional y concretar la implementación de las propuestas con mayor potencial, especialmente en los sectores de energía y bosques.
Elaine Moreno Carnet, del Ministerio de Energía y Minas, destacó las grandes oportunidades que ofrece este mercado para el desarrollo de proyectos que permitan mitigar el déficit energético del país y avanzar en la transición hacia fuentes renovables, como la energía solar fotovoltaica.
Por su parte, Telce González Morera, viceministro de la Agricultura, valoró que el mercado de carbono no solo es una herramienta clave para enfrentar el cambio climático, sino también una vía para atraer financiamiento e inversiones, promover el desarrollo rural sostenible, la innovación y la equidad en el sector agropecuario y forestal.
En resumen, Cuba está dando pasos firmes para aprovechar las oportunidades que ofrece el Mercado de Carbono, con el objetivo de movilizar recursos internacionales hacia sectores estratégicos de su economía, alineando la protección ambiental con el crecimiento económico y el bienestar de la población.










