Los productores de peras de California han levantado la voz para exigir protección ante el aumento de las importaciones de peras argentinas, las cuales consideran una amenaza para su industria.
En un comunicado, la asociación California Pears manifestó su preocupación por el crecimiento de las importaciones de peras desde Argentina, las cuales han aumentado un 125% desde 2016. Según los agricultores, estas "importaciones baratas" están "inundando los supermercados" en la época de cosecha local, lo que tiene un "impacto devastador" en los pequeños productores de California.
Los productores denuncian que las peras argentinas llegan al mercado estadounidense luego de más de seis meses de almacenamiento y con el uso de agentes anti-maduración, lo que afecta la calidad del producto. Esto, sumado a que la fruta extranjera se comercializa justo cuando los agricultores locales se preparan para cosechar, genera un fuerte impacto en las ventas de la pera californiana.
"Justo cuando California está cosechando su nueva cosecha de peras, las tiendas de comestibles no están interesadas, porque los estantes siguen llenos de peras argentinas de baja calidad que los compradores no compran. Esto empuja a las pequeñas granjas familiares de California a cerrar y priva a los estadounidenses de las peras dulces y jugosas que tanto les gustan", señalaron los productores.
Ante esta situación, la asociación hizo un llamado a la población y a los representantes del Congreso para que apoyen a los productores locales y soliciten restricciones o cuotas a las importaciones de peras argentinas durante la temporada de cosecha estadounidense.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Nicolás Sánchez, salió al cruce de las acusaciones y aseguró que las exportaciones de pera a Estados Unidos no van a "trascender", ya que Argentina envía a ese país entre 37 mil y 40 mil toneladas anuales, una cifra que ha tenido algunos picos por cuestiones coyunturales.
Sánchez defendió la calidad de la pera argentina, afirmando que es "reconocida como una de las mejores del mundo" y que cumple con los estrictos requerimientos del mercado estadounidense. Además, negó que se trate de "fruta barata" y señaló que el uso del agente anti-maduración 1-MCP no afecta la calidad ni la inocuidad del producto.
Si bien el representante de los exportadores no descartó la posibilidad de que se implementen cuotas, consideró que no es probable, dada la larga trayectoria de las exportaciones argentinas a Estados Unidos y la buena relación comercial entre ambos países.
