La escalada belicista del Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela amenaza, no solo la soberanía de esa nación, sino también la paz y la seguridad de América Latina y el Caribe. Así lo ha denunciado Cuba en múltiples espacios, a sabiendas de la urgencia de detener tales agresiones, y como reafirmación de su invariable solidaridad con el pueblo y el Gobierno venezolanos.
En ese sentido, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, destacó en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU llevada a cabo esta semana, que dicho organismo mostró las serias preocupaciones de la comunidad internacional sobre las reiteradas violaciones de Estados Unidos del Derecho Internacional y el Derecho del Mar, así como sobre las ejecuciones y asesinatos extrajudiciales que sus fuerzas militares han llevado a cabo en la región.
La sesión evidenció que, a pesar de la insistente mentira estadounidense, la guerra contra el narcotráfico es un pretexto infundado para justificar la agresión contra una nación soberana, derrocar un gobierno legítimo, y adueñarse del petróleo y demás recursos venezolanos, precisó Rodríguez Parrilla.
El Canciller cubano llamó a Estados Unidos a detener esta agresión, a dejar de manipular el terrorismo como arma política, y a poner fin a los dobles raseros. Asimismo, ante la ONU, la Isla calificó las maniobras imperialistas que incluyen actos de piratería y terrorismo marítimo en aguas internacionales del Mar Caribe como "irresponsables y sin precedentes".
En voz de su representante permanente, Ernesto Soberón Guzmán, Cuba se alzó para condenar la decisión "arbitraria y políticamente motivada" de Estados Unidos de designar al Gobierno Bolivariano como organización terrorista extranjera, y exigió el respeto a la soberanía, la independencia y el derecho de Venezuela a decidir libremente su destino, sin injerencias externas.












