En su mensaje de Navidad, el papa León XIV lamentó que "quienes hoy creen en la paz" son "a menudo ridiculizados, excluidos del debate público", y recordó a quienes "en las situaciones de conflicto promueven el diálogo, la reconciliación y la paz".
Durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, el pontífice instó a que el ejemplo de "mansedumbre, valentía y perdón" de San Esteban, considerado el primer mártir cristiano, "acompañe a quienes se comprometen en situaciones de conflicto para promover el diálogo, la reconciliación y la paz".
León XIV aseguró que, a pesar de todo, "en todas partes del mundo existen personas que eligen la justicia, aunque cueste; que anteponen la paz a sus propios temores; que sirven a los pobres en lugar de a sí mismos". Y afirmó que "quienes hoy creen en la paz y han elegido el camino desarmado de Jesús y de los mártires, son a menudo ridiculizados, excluidos del debate público y, no pocas veces, acusados de favorecer a adversarios y enemigos".
Sin embargo, el papa recordó que "el cristiano no tiene enemigos, sino hermanos y hermanas, que siguen siéndolo incluso cuando no se comprenden entre ellos". Por ello, explicó que "el Misterio de la Navidad nos trae esta alegría: una alegría motivada por la tenacidad de quienes ya viven la fraternidad, de quienes ya reconocen a su alrededor, inclusive en sus adversarios, la dignidad indeleble de las hijas e hijos de Dios".
León XIV concluyó pidiendo "que María nos conduzca a su misma alegría, una alegría que disipa todo temor y toda amenaza, así como la nieve se derrite al sol".
Estas palabras del pontífice llegan un día después de que pronunciara su primer mensaje de Navidad, en el que pidió "justicia, paz y estabilidad para el Líbano, Palestina, Israel y Siria", y que se encuentre "el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa" para acabar con la guerra en Ucrania.












