Las fuerzas rusas han informado sobre nuevos avances en la región de Zaporozhie, en el sur de Ucrania, donde han tomado el asentamiento de Kosóvtsevo. Además, el Ministerio de Defensa de Rusia ha detallado las pérdidas sufridas por el ejército ucraniano en la última semana, que ascienden a más de 8,500 soldados muertos o heridos en diferentes frentes.
Según el reporte militar ruso, en la línea de operaciones del grupo Este, las tropas ucranianas han sufrido más de 1,770 bajas. A estas se suman más de 3,395 en el grupo Centro, más de 1,635 en el grupo Sur, más de 1,515 en el grupo Oeste, más de 1,230 en el grupo Norte y hasta 365 causadas por el grupo Dniéper.
Además de las pérdidas en personal, el informe señala que Ucrania también ha perdido 14 tanques, incluidos un Abrams y un Leopard, 106 vehículos blindados de combate, 488 automóviles, 67 piezas de artillería, 23 estaciones de guerra electrónica y 111 depósitos de material.
La ofensiva rusa también ha cobrado un alto precio en equipamiento ucraniano, con el derribo de 7 misiles de crucero británicos Storm Shadow, 21 bombas aéreas guiadas, 8 proyectiles de sistemas de lanzamisiles múltiple Himars, un misil guiado de largo alcance Neptun, 4 vehículos aéreos no tripulados y 1,350 drones.
Estos datos reflejan la intensidad de los combates en el sur de Ucrania, donde Rusia parece estar logrando avances a pesar de la feroz resistencia de las fuerzas ucranianas. La información proporcionada por el Ministerio de Defensa ruso no ha sido verificada de forma independiente, por lo que debe ser tomada con cautela.
