Las fuerzas de seguridad colombianas llevaron a cabo un operativo conjunto en la zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, que resultó en la captura de un hombre identificado como Brayan Andrés Robayo. Durante el allanamiento a su vivienda, las autoridades encontraron un arsenal de armas de guerra, material explosivo y propaganda alusiva a las disidencias de las FARC.
Según la información proporcionada por la Fiscalía General de la Nación, el operativo permitió incautar dos fusiles, dos pistolas, 134 cartuchos de diferentes calibres, dos granadas de mortero, dos minas antipersona, 37 detonadores eléctricos y dos radios de comunicación. Todo este material, de uso exclusivo de las Fuerzas Militares, fue dejado a disposición de las autoridades competentes.
Además del armamento, las fuerzas de seguridad hallaron propaganda relacionada con las disidencias de las FARC, lo que reforzó la hipótesis de una posible vinculación del capturado con estas estructuras armadas ilegales que operan en la región del Pacífico colombiano.
Durante el procedimiento, las autoridades también recuperaron a dos menores de edad, de 14 y 16 años, quienes habrían sido víctimas de reclutamiento forzado por parte de los grupos armados ilegales. Estos adolescentes quedaron bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para iniciar el proceso de restablecimiento de sus derechos.
Tras ser presentado ante un juez de control de garantías, Brayan Andrés Robayo no aceptó los cargos que le fueron imputados, que incluyen fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, porte ilegal de armas y uso de menores para la comisión de delitos. Sin embargo, el juez consideró que existían suficientes elementos probatorios y ordenó su medida de aseguramiento en un centro carcelario mientras avanza el proceso penal en su contra.
Este caso se suma a otros hechos recientes que evidencian cómo las disidencias de las FARC continúan utilizando propaganda, tanto física como digital, para fortalecer su presencia y ejercer control territorial. Las autoridades han reiterado su compromiso de combatir tanto la acción armada como la propaganda ilegal de estos grupos criminales, y han anunciado recompensas millonarias, operativos sostenidos y seguimiento a redes sociales utilizadas con fines delictivos.
La captura en Buenaventura representa, según las autoridades, un golpe importante contra las estructuras armadas ilegales que operan en el Bajo Calima, una zona estratégica para el narcotráfico y otras economías ilícitas. La Fiscalía continuará investigando posibles vínculos de Robayo con redes criminales más amplias, mientras avanza el proceso judicial que determinará su responsabilidad penal.











