El exlíder de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se enfrenta a una pena de 10 años de prisión por su fallida declaración de ley marcial el año pasado. Los fiscales solicitaron esta sentencia por cargos que incluyen obstrucción a la justicia, luego de que Yoon supuestamente excluyera a miembros del gabinete de una reunión sobre su decisión y, posteriormente, impidiera a los investigadores detenerlo.
Yoon, quien fue destituido de su cargo en abril por el Tribunal Constitucional, ha enfrentado múltiples juicios por acciones relacionadas con su polémica declaración de ley marcial el 3 de diciembre de 2024. Esta fue la primera vez en más de cuatro décadas que se suspendía el régimen civil en Corea del Sur, lo que provocó masivas protestas y un enfrentamiento en el Parlamento.
Los fiscales argumentan que Yoon obstruyó la justicia al excluir a miembros clave del gabinete de la reunión sobre la declaración de ley marcial, y luego al impedir que los investigadores lo detuvieran en enero de este año. Se espera que un tribunal de Seúl dicte sentencia sobre el caso el próximo mes.
Yoon, por su parte, ha defendido su decisión, afirmando que estaba justificada en la lucha contra "las actividades pro-China, pro-Corea del Norte y traidoras". Sin embargo, sus acciones han sido ampliamente criticadas y consideradas un intento de aferrarse al poder.
La solicitud de 10 años de prisión por parte de los fiscales refleja la gravedad con la que las autoridades surcoreanas están tratando este caso, que ha sacudido los cimientos de la democracia en el país. La sentencia final del tribunal será un momento crucial para determinar si se hará justicia y se envía un mensaje claro de que los abusos de poder no serán tolerados.
