Palma de Mallorca fue escenario este jueves de un gesto sencillo pero potente en apoyo al pueblo saharaui y a sus presos políticos. Cerca de medio centenar de personas se reunieron en la céntrica plaza de Cort para encender velas, en un acto organizado por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Baleares.
La convocatoria buscaba mantener viva la atención pública sobre una realidad que, según los organizadores, no puede normalizarse ni quedar en silencio. En 2025 se cumplirá medio siglo desde el "abandono" del Sáhara Occidental por parte de España y la posterior "invasión" marroquí, una fecha que añade peso al mensaje.
En un contexto de paz asociado a las fiestas navideñas, el acto puso el foco en la memoria y en la denuncia. La invitación era clara: no apartar la mirada y acompañar el reclamo de justicia y derechos para el pueblo saharaui.
"La escena fue la de una vigilia serena, con velas encendidas, para visibilizar una causa que los organizadores consideran urgente", señala el texto. El encendido se planteó como un acto simbólico orientado a denunciar públicamente las desapariciones forzosas, la represión, la violación constante de derechos humanos y los encarcelamientos que, según la asociación, sufren saharauis que defienden la libertad.
La presidenta de la asociación, Catalina Roselló, enmarcó la movilización en la necesidad de señalar el "abandono" del Sáhara Occidental por parte de España y la posterior "invasión" marroquí, de la que en 2025 se cumple el 50 aniversario. La intención, según se trasladó, es mantener esta denuncia en el espacio público.
También se subrayó la importancia de recordar a presos políticos, activistas y personas desaparecidas, un recuerdo vinculado a lo que describen como "constantes violaciones de derechos humanos" por parte de las fuerzas marroquíes.
En la comunicación del colectivo, se invitó a la ciudadanía a vivir el día de Navidad sin olvidar al pueblo saharaui, en un año descrito como de "recuerdo de dolor". El mensaje apeló a la empatía con las familias de quienes están encarcelados o desaparecidos, y con quienes residen en campos de refugiados y dependen de la ayuda internacional.
Los organizadores destacaron el valor de cada vela como señal contra el silencio y contra la impunidad, y como homenaje a las víctimas. En ese marco, mencionaron a 39 presos políticos que, según indicaron, se encuentran en condiciones inhumanas en prisiones marroquíes, con condenas de cadena perpetua, 30 y 25 años.
Desde la asociación se sostuvo que, desde hace 50 años, un pueblo entero resiste una injusticia mientras espera el referéndum de autodeterminación que, a su juicio, el mundo no puede seguir ignorando. También afirmaron que España es potencia administradora del territorio y que mantiene una obligación política, jurídica y moral hacia el pueblo saharaui.
En Navidad, el sentido del acto fue asociar el recuerdo y la solidaridad con una exigencia pública: mantener la atención sobre el sufrimiento, la esperanza y la lucha del pueblo saharaui.











