Honduras se encamina hacia un giro en su política exterior tras la victoria del conservador Nasry Asfura en las elecciones presidenciales. Asfura, quien fue apoyado por el expresidente estadounidense Donald Trump, ha planteado durante su campaña la posibilidad de romper las relaciones diplomáticas entre Honduras y China para restablecerlas con Taiwán.
Esta postura representa un cambio significativo con respecto a la administración saliente de Xiomara Castro, quien en marzo de 2023 decidió establecer relaciones con China, rompiendo así los vínculos que Honduras mantenía con Taiwán desde hace décadas.
Tras conocerse los resultados electorales, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán aseguró que mantendrá una actitud "abierta y pragmática" con respecto al futuro de sus lazos con Honduras. Por su parte, el Gobierno chino afirmó que "respeta la decisión del pueblo hondureño" y está "dispuesto a colaborar con Honduras para impulsar conjuntamente el desarrollo continuo" de los lazos entre ambos países.
La posible reorientación de la política exterior hondureña hacia Taiwán se enmarca en un contexto de creciente presión diplomática de China sobre la isla, a la que considera una "parte inalienable" de su territorio y sobre la que no ha renunciado al uso de la fuerza para hacerse con su control. Actualmente, Taiwán solo conserva el apoyo diplomático de doce Estados, siete de los cuales se ubican en América Latina y el Caribe.
La victoria de Asfura, quien ha manifestado su intención de fortalecer los vínculos con Estados Unidos e Israel, podría tener implicaciones más amplias en la geopolítica regional, donde la disputa entre China y Taiwán por el reconocimiento diplomático se ha convertido en un tema central.
Será crucial observar cómo se desarrollan las relaciones entre Honduras, Taiwán y China en los próximos meses, y si Asfura cumple con su promesa de restablecer los lazos con la isla del Pacífico.











