El Partido Comunista de la India (CPI) ha reafirmado su determinación a fortalecer su presencia política en el país y afianzar sus raíces entre los trabajadores, los campesinos, los jóvenes, las mujeres y todos los sectores oprimidos. Además, el partido ha renovado su compromiso con la cooperación y la solidaridad internacionales en la lucha contra el comunalismo, el neoliberalismo y el autoritarismo.
Pallab Sengupta, secretario del Consejo Nacional del CPI, señaló que los desafíos que enfrenta la humanidad, como las guerras imperialistas, las crisis económicas, la catástrofe climática y la creciente desigualdad, exigen una mayor coordinación entre las fuerzas comunistas y progresistas en todo el mundo.
Recordó que el CPI se fundó el 26 de diciembre de 1925 en Kanpur, en un momento en que las luchas anticoloniales se intensificaban en Asia, África y América Latina, y desde sus inicios adoptó el internacionalismo proletario como principio fundamental. Hasta la actualidad, ha entendido la lucha revolucionaria india como inseparable al enfrentamiento global contra el imperialismo, el capitalismo y la explotación, y en pos del socialismo y la paz.
Sengupta afirmó que el Partido Comunista de la India mantiene relaciones fraternales con más de 70 partidos comunistas y obreros en todo el mundo, basadas en el marxismo-leninismo, el internacionalismo proletario, la igualdad y el respeto a la diversidad de caminos hacia la transformación social.
Una característica distintiva del CPI, según el dirigente, es el apoyo inquebrantable a los movimientos de liberación nacional y antiimperialistas en el mundo. El partido ha expresado activamente su solidaridad con los pueblos que luchan contra el colonialismo, el racismo, el apartheid y la ocupación.
El CPI apoyó firmemente la heroica lucha del pueblo vietnamita contra el colonialismo francés y, posteriormente, contra la agresión imperialista estadounidense. También se mantuvo firme junto al Congreso Nacional Africano y el pueblo de Sudáfrica en su larga lucha contra el apartheid y la opresión racial.
Además, la organización desempeñó un papel importante en la movilización de la solidaridad con el pueblo de Bangladesh durante su lucha de liberación en 1971 y respalda la justa lucha del pueblo palestino por un Estado independiente con Jerusalén Este como capital.
Sengupta enfatizó que esta solidaridad con Palestina continúa en la actualidad, con la condena a la ocupación, la agresión y las violaciones del derecho internacional por parte de Israel, y el apoyo a una solución justa y duradera basada en las resoluciones de las Naciones Unidas.



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