Experto analiza el peligroso fenómeno Trump y advierte sobre los riesgos que representa

El fenómeno Trump sigue siendo motivo de preocupación y análisis a nivel global. Un experto venezolano, en un profundo ensayo, advierte sobre los peligros que representa el impredecible y poderoso mandatario estadounidense.

En un texto reflexivo y esclarecedor, el autor parte de la premisa de que "escuchar a Trump no deja de ser preocupante" y que "verlo actuar" es aún más "angustiante". Señala que las declaraciones del presidente, como afirmar que el petróleo venezolano es en realidad de los estadounidenses, "solo confirma lo que de suyo ya es indubitable, es un oficial nuevo de la posverdad".

El análisis se adentra en la compleja figura de Trump, a quien describe como "insaciable consumidor de halagos y lisonjas" que "gobierna solo y sin que el aparato asesor sepa cuáles serán sus designios". Lo califica como "el auténtico narciso" que "dispone del poder para extinguir con sus caprichos a la humanidad misma", llegando a afirmar que "alguien diría que postula bien para devenir la encarnación del 666".

Uno de los aspectos más preocupantes, según el experto, es que la "representación mediática aún seduce no solo a una parte importante de sus compatriotas, sino además a los líderes del globo que entre impactados y resignados, o quizá calculando, se pliegan alabarderos, al poderoso e impredecible showman".

En este sentido, advierte que la comunidad internacional se ha "acostumbrado" a ver a Trump dirigir a la primera potencia del mundo "entre epifanías, arrebatos, antojos, pretensiones y el doblez del silencio en el mejor de los casos", lo cual es "muy grave".

El autor señala que, con las elecciones de mitad de período a la vista, Trump podría "ponderar el riesgo de perder" y que, en tal caso, "es muy capaz del horror de una guerra civil y en todo caso, poner a prueba capital la institucionalidad de la república que ya ha puesto en jaque".

Finalmente, el experto expresa su deseo de que se conozcan "cosas buenas" del "ogro rubio de américa del norte", pero advierte que, "después de todas las consideraciones, aún un reloj dañado da la hora correcta dos veces cada día".