La administración Trump enfrenta una nueva controversia por su plan de remodelar el Ala Este de la Casa Blanca, donde tradicionalmente se ubica la oficina de la primera dama. Funcionarios ofrecerán una "presentación informativa" sobre el "Proyecto de Modernización del Ala Este", que ha sido criticado por su alto costo y falta de revisión formal.
En octubre pasado, la administración Trump inició la demolición de partes del Ala Este sin contar con una revisión completa del proyecto. El mandatario republicano ha declarado que el salón de baile que planea construir podría costar hasta 400 millones de dólares, el doble de la estimación original de 200 millones.
Trump ha insistido en que el gasto del proyecto sería cubierto por donantes, lo que ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que personas y empresas que aporten los fondos puedan comprar así su acceso a la Casa Blanca.
Un juez federal ordenó una revisión formal del proyecto tras una demanda presentada por el National Trust for Historic Preservation, que solicitaba la paralización de las obras hasta que se completara el proceso. El magistrado concluyó que la construcción podía continuar, pero ordenó que se llevara a cabo el proceso de examen.
Will Scharf, jefe del panel designado por Trump y también secretario de personal de la Casa Blanca, afirmó en una reunión pública de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital (NCPC) que la junta no tiene jurisdicción sobre la demolición ni sobre los trabajos de preparación del terreno para edificios en propiedad federal. Sin embargo, calificó el prometido salón de baile de Trump como "uno de los proyectos de construcción más emocionantes en la historia moderna de Washington".
El proyecto de Trump ha suscitado múltiples críticas en las comunidades de preservación histórica y arquitectónica, así como entre sus adversarios políticos. Algunos cuestionan la necesidad de una remodelación tan costosa y la falta de transparencia en el proceso.
La NCPC señaló que la presentación informativa del miércoles será una oportunidad para que el solicitante del proyecto lo exponga y para que los comisionados hagan preguntas y brinden observaciones generales antes de la revisión formal, que se espera para esta primavera.
