El Consejo Nacional Electoral de Honduras oficializó este 24 de diciembre la victoria de Nasry "Tito" Asfura, representante del Partido Nacional, como el nuevo presidente electo para el periodo 2026-2030. Tras un proceso de escrutinio que mantuvo en vilo a la región, los datos finales confirmaron que Asfura obtuvo el 40.27 % de los votos, superando en una contienda sumamente cerrada a su rival más cercano, Salvador Nasralla, quien alcanzó el 39.53 %.
Nasry Asfura, conocido popularmente como "Papi a la Orden", cuenta con una trayectoria marcada por su gestión como alcalde del Distrito Central (Tegucigalpa) durante dos periodos consecutivos. Su perfil como empresario de la construcción y político conservador fue clave en su campaña, la cual se centró en la generación de empleo y el fortalecimiento de la infraestructura nacional.
Ante la noticia, el Gobierno de la República de Guatemala, encabezado por el presidente Bernardo Arévalo, y a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado oficial para felicitar al mandatario electo. En el documento, Guatemala reconoce la responsabilidad cívica del pueblo hondureño y destaca la labor de las misiones de observación de la OEA y la Unión Europea, las cuales brindaron legitimidad al proceso.
El Ejecutivo guatemalteco manifestó su voluntad de dar un "impulso renovado" a la relación bilateral, enfocándose en temas estratégicos de seguridad, paz y prosperidad para el istmo centroamericano.
La victoria de Asfura se produce en un contexto regional marcado por la polarización política y la inestabilidad institucional en varios países de Centroamérica. Honduras, en particular, ha enfrentado desafíos significativos en materia de corrupción, violencia y migración, lo que ha generado una profunda crisis social y económica.
En este sentido, el nuevo presidente electo tendrá el reto de abordar estos problemas estructurales, así como de fortalecer la democracia y la confianza de la ciudadanía en las instituciones. Su capacidad para generar consensos y articular una agenda de desarrollo integral será clave para lograr una transformación real en el país.
Más allá de las fronteras hondureñas, la elección de Asfura también tendrá implicaciones en la geopolítica regional, donde Estados Unidos y China han intensificado su disputa por la influencia en Centroamérica. La relación que el nuevo mandatario establezca con ambas potencias será determinante para definir el rumbo de Honduras en los próximos años.










