El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a evitar cualquier referencia a la Navidad en su tradicional felicitación navideña, a diferencia de otros líderes políticos europeos que han reivindicado abiertamente los valores cristianos y el significado del nacimiento de Jesús en estas fechas.
En un video publicado en sus redes sociales, Sánchez deseó unas "felices fiestas" pronunciadas en castellano, catalán, vasco y gallego, instando a que las "vivan como las vivan" y "las feliciten como las feliciten". Sin embargo, en los 50 segundos del mensaje apenas aparecen dos nacimientos y una cabalgata de Reyes, despachados en tres segundos, mientras que se incluye un belén formado por figuras de superhéroes.
Esta práctica de evitar cualquier referencia cristiana en sus felicitaciones navideñas se ha convertido en una constante en Sánchez, incluso antes de ser presidente del Gobierno. En contraste, líderes como el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz o la primera ministra italiana Giorgia Meloni han reivindicado abiertamente el significado y las raíces cristianas de la Navidad.
Meloni, en particular, se colocó junto a un belén en un video y llamó a sumarse a la "revolución del Pesebre", que "no impone nada a nadie", sino que "cuenta una historia, custodia unos valores, profundiza en nuestras raíces". Asimismo, recordó que la escena de la Navidad "es un símbolo que habla de dignidad, de responsabilidad, de respeto por la vida y de la atención a los frágiles".
Esta actitud de Sánchez contrasta con la del PSOE, que no tiene ninguna reticencia a felicitar el Ramadán a los musulmanes. Así, el presidente del Gobierno parece evitar cualquier referencia a la Navidad, en lo que algunos han interpretado como un complejo o una práctica de "inclusividad" que, paradójicamente, excluye el verdadero motivo de celebración en estas fechas.
