El fuerte temporal que azotó el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) este martes por la tarde tomó por sorpresa a los habitantes de la región. A pesar de la ausencia de alertas meteorológicas, en cuestión de minutos las calles se vieron inundadas, dejando autos tapados por el agua y casas anegadas que lo perdieron todo.
Uno de los episodios más dramáticos ocurrió en la Panamericana, donde un hombre relató el susto que vivió junto a su familia cuando el agua comenzó a entrar a su vehículo. "Fue un susto tremendo. Mi hijo me dijo que estaba empezando a entrar agua y ahí tomé la decisión de sacarlos a todos del auto", contó el testigo a TN. Según su testimonio, el nivel del agua subió rápidamente hasta cubrir por completo el automóvil.
La situación también fue caótica en Villa Ballester, donde varios vecinos sufrieron graves inundaciones en sus hogares. Javier, dueño de una casa afectada, enumeró las pérdidas que sufrió: "Perdí todo por segunda vez. El lavarropas, el televisor, la heladera, los muebles, la cocina; el auto quedó inservible". Según su relato, el agua ingresó con mucha fuerza y alcanzó casi un metro y medio de altura dentro de la vivienda.
Otra de las vecinas afectadas, Paola, contó el impacto que tuvo la inundación en la vida de su hijo, quien tiene trastorno del espectro autista (TEA). "A él esto lo altera mucho", dijo, y expresó su preocupación por la continuidad de las terapias y la logística diaria.
Fabián García, director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, informó que se realizaron 30 rescates de personas que habían quedado atrapadas dentro de vehículos durante las inundaciones. Además, aclaró que hasta el momento no se reportaron heridos y calificó el fenómeno como "extraordinario" por su intensidad y lo focalizado que fue.
Las imágenes de autos tapados por el agua y casas inundadas en el AMBA evidencian la magnitud del temporal que sorprendió a la región. Si bien no hubo alertas previas, las consecuencias fueron devastadoras para muchos vecinos, quienes sufrieron pérdidas materiales y emocionales. Ahora, las autoridades y los afectados enfrentan el desafío de recuperarse de los daños y buscar soluciones para evitar que estos episodios se repitan en el futuro.












