Tras las elecciones en Extremadura, Vox ha salido reforzado con seis escaños más en la Asamblea regional. Ahora, el partido de Santiago Abascal espera la llamada de la presidenta en funciones, María Guardiola, del Partido Popular, para iniciar negociaciones y un posible acuerdo de gobierno.
El vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha declarado que el candidato de su partido, Óscar Fernández, "está esperando la llamada" del PP, a quien ha instado a "decidir" si prefiere un acuerdo "para un cambio total y absoluto" en Extremadura o si se inclina por conseguir una abstención del PSOE.
Garriga ha reiterado la "disposición" de Vox para alcanzar un pacto de gobierno con el PP, sin descartar formar parte de ese eventual ejecutivo autonómico. "No nos estamos poniendo límites en la negociación, más allá de hacer valer los votos de los extremeños y reflejar el resultado electoral, que es que el gran ganador fue Vox", ha explicado el dirigente.
Por su parte, Guardiola ha trasladado que iniciará el lunes la ronda de contactos para formar gobierno y ha pedido a Vox que no bloquee el proceso. Desde el partido de Santiago Abascal han asegurado que "están dispuestos" a negociar, centrándose en revertir las políticas ecológicas, las que promueven la inmigración masiva, bajar los impuestos y garantizar un futuro a los jóvenes extremeños, y no en "buscar sillones".
El escenario que se abre en Extremadura refleja la creciente influencia de Vox en el panorama político español. Tras su buen resultado en los comicios, el partido ahora se encuentra en una posición de fuerza para intentar formar gobierno en la región, en coalición con el PP. Las próximas semanas serán clave para ver si ambas formaciones logran llegar a un acuerdo que permita un cambio de rumbo en la política extremeña.











