La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha confirmado que un buque de la empresa Chevron, el Canopus Voyager, ha zarpado desde Venezuela rumbo a Estados Unidos cargado con petróleo venezolano. Esto ocurre en medio de las tensiones diplomáticas entre ambos países.
Según Rodríguez, el envío de este cargamento se ha realizado "en estricto apego a las normas y en cumplimiento de los compromisos asumidos" por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). La vicepresidenta destacó que este envío se produce en un contexto de sanciones y presiones contra Venezuela por parte de Estados Unidos.
La salida del buque Canopus Voyager se produce semanas después de que el gobierno de Joe Biden autorizara a Chevron a reanudar ciertas actividades en Venezuela, luego de años de restricciones impuestas por la administración de Donald Trump. Esta decisión se enmarca en los esfuerzos del gobierno estadounidense por aumentar el suministro global de crudo y aliviar los altos precios de la energía.
Sin embargo, las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos siguen siendo altas. El gobierno de Nicolás Maduro ha sido objeto de sanciones y presiones por parte de Washington debido a la crisis política y económica que atraviesa el país. A pesar de ello, parece que ambas partes han encontrado una forma de mantener ciertos intercambios comerciales, como este envío de petróleo.
La exportación de crudo venezolano a Estados Unidos es un tema delicado y complejo, dada la situación política y las sanciones impuestas. No obstante, este embarque muestra que, en medio de las tensiones, aún existen canales de comunicación y acuerdos comerciales entre ambos países.
Es importante destacar que este envío de petróleo se produce en un momento en el que Estados Unidos busca diversificar sus fuentes de suministro energético, especialmente después de la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente crisis en los mercados internacionales de energía. La decisión de permitir a Chevron retomar ciertas actividades en Venezuela forma parte de esa estrategia.
En resumen, el zarpe del buque Canopus Voyager desde Venezuela a Estados Unidos cargado con petróleo refleja la compleja relación entre ambos países, marcada por tensiones políticas, pero también por la necesidad de mantener ciertos intercambios comerciales. Este movimiento es un síntoma de la búsqueda de un equilibrio entre intereses geopolíticos y la realidad de los mercados energéticos globales.










