El régimen cubano ha recibido más de 200 millones de dólares en donaciones y ayudas de países como Rusia, China, India, Europa y Venezuela entre 2024 y 2025 para la rehabilitación de su sistema eléctrico nacional (SEN). Sin embargo, a pesar de estos recursos, los apagones y la "contingencia energética" se han agravado en los últimos años, postergando aún más la solución a la crisis.
Según informes oficiales, el gobierno cubano necesitaría alrededor de 10.000 millones de dólares para recapitalizar por completo el SEN. No obstante, las autoridades han reconocido que el monto recibido hasta ahora, incluyendo las donaciones, es muy superior a lo que han declarado públicamente como necesario.
La "Revolución Energética" iniciada en 2004 por Fidel Castro, presentada como la solución definitiva a los apagones, se convirtió en un "colosal festín" donde el régimen obtuvo más de 2.000 millones de dólares en ayuda exterior. Buena parte de esos recursos se destinaron a la adquisición de pequeños generadores diésel y fuel, muchos de los cuales terminaron siendo desviados hacia instalaciones hoteleras, empresas estatales y proyectos de interés para el gobierno, en lugar de ser destinados a los lugares planificados.
Fuentes dentro de la empresa encargada del mantenimiento de estos equipos han denunciado que, en realidad, los generadores "nuevos" que se instalan en algunos lugares son en realidad equipos usados con más de 2.000 horas de explotación, mientras que los nuevos se destinan a beneficiar a dependencias del Ministerio del Interior, las Fuerzas Armadas y altos mandos del régimen.
A pesar de los millones recibidos, la crisis eléctrica en Cuba se ha agravado, con apagones cada vez más frecuentes y prolongados, afectando incluso los servicios básicos de salud y abastecimiento de agua. Mientras tanto, el gobierno cubano insiste en que la solución definitiva llegará recién más allá del año 2030.
