Hoy, 22 de diciembre de 2025, se cumplen 14 años desde la muerte de Corina Lemunao Lemunao, conocida como la "mujer gallina" de Lonquimay, una de las historias más dolorosas y humanas que ha conocido Chile.
Corina nació en 1953 en la comuna cordillerana de Lonquimay, en un contexto social marcado por el aislamiento rural, el frío extremo y la ausencia de redes de apoyo para personas con discapacidad mental. Desde pequeña presentó una condición que su familia no supo ni pudo enfrentar, y fue encerrada en un gallinero, donde pasó su infancia y gran parte de su juventud.
Allí creció sin lenguaje, sin escolarización y sin contacto humano suficiente, conviviendo con las gallinas y reflejando en su cuerpo y conducta el encierro prolongado. La historia salió a la luz en 1992, cuando Corina fue rescatada por las autoridades a los 39 años, en un estado de desnutrición y abandono que estremeció al país.
Tras su rescate, Corina fue víctima de abusos y sufrió nuevos traumas, hasta que en 2005 llegó a la Fundación Revoso, en Padre Las Casas, donde recibió atención médica, alimentación adecuada y cuidado humano. Fue allí donde, en 2011, tuvo el momento más luminoso de su vida: el reencuentro con su hijo Sebastián, adoptado en Suecia, quien la había estado buscando.
Ese vínculo tardío se transformó en la mayor alegría de Corina, quien falleció pocos meses después, en diciembre de 2011, a los 58 años, tras contraer tuberculosis. Hoy, su historia es un recordatorio incómodo de lo que ocurre cuando la discapacidad, la pobreza y el abandono se cruzan sin protección, pero también de cómo, en sus últimos momentos, Corina encontró el reconocimiento, el afecto y la certeza de ser madre.
