El 'número dos' del Departamento de Justicia, Todd Blanche, salió al paso de las críticas por la retirada temporal de 15 imágenes de los archivos de Jeffrey Epstein. Según Blanche, cualquier medida de edición responde a protocolos legales de seguridad y privacidad, descartando motivaciones políticas.
La tormenta mediática y política que rodea a los archivos de Epstein ha sumado un nuevo capítulo este domingo con las declaraciones de Todd Blanche. El funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha salido al paso de las críticas por el manejo de la información sensible publicada recientemente.
Según Blanche, cualquier medida de edición o retiro temporal de material gráfico responde estrictamente a protocolos legales de seguridad y privacidad, descartando de plano que existan motivaciones partidistas en el proceso de divulgación. La controversia escaló tras la retirada momentánea de 15 imágenes que formaban parte del expediente digital liberado el pasado sábado.
Los críticos no tardaron en señalar que estas acciones buscaban proteger la imagen de figuras públicas, pero Blanche fue tajante al afirmar que los archivos de Epstein no se están utilizando como una herramienta de protección política. El enfoque institucional, según sus palabras, permanece en el cumplimiento de la ley y en el respeto absoluto a la integridad de las víctimas, quienes son el eje central de este complejo proceso judicial.
Uno de los puntos de mayor fricción ha sido una fotografía específica encontrada en un escritorio de Jeffrey Epstein, donde se observan retratos de personalidades globales como el Papa Juan Pablo II, el expresidente Bill Clinton y Donald Trump. El hecho de que este material fuera retirado brevemente de la web oficial alimentó teorías sobre una posible manipulación de pruebas, algo que el Departamento de Justicia ha negado con vehemencia.
Blanche explicó que el motivo real detrás de la intermitencia en la disponibilidad de ciertas fotos es la identificación de posibles personas vulnerables que no deben ser expuestas. Cuando se recibe una alerta sobre una imagen que podría identificar a una víctima, la política institucional dicta su retiro inmediato para una inspección técnica que determine si debe aplicarse la censura mediante los conocidos rectángulos negros de privacidad.
Esta revisión metódica es la que ocurrió con la fotografía donde aparece el expresidente republicano, la cual ya ha sido restituida a la plataforma pública. Tras una revisión exhaustiva, los peritos del Departamento de Justicia concluyeron que no hay evidencias de que las personas que acompañan a Trump sean víctimas del esquema de tráfico.
La lentitud en la publicación total del expediente también ha generado roces con la oposición demócrata, que exige celeridad en el cumplimiento de la normativa vigente. Sin embargo, Blanche defiende que la protección de nombres y datos sensibles de las víctimas es una obligación legal que prevalece sobre la inmediatez, exigiendo un trabajo jurídico de hormiga por parte de los equipos legales.
Actualmente, cientos de abogados trabajan en la revisión de cada página para garantizar que ninguna información relativa a menores o personas abusadas sea filtrada por error. Este proceso metódico es lo que garantiza que los archivos de Epstein se publiquen de manera responsable, evitando revictimizar a quienes sufrieron los abusos del magnate.
Aunque el Departamento de Justicia insista en que las acciones no tienen nada que ver con campañas electorales, el ruido político es inevitable. Cada imagen que surge de los archivos de Epstein es analizada con lupa por los estrategas de ambos partidos, buscando cualquier indicio que pueda ser usado en el debate público. No obstante, Blanche ha sido enfático en que la integridad institucional del departamento está por encima de las disputas partidistas.
La publicación de los documentos continuará de manera progresiva, conforme los equipos de abogados completen la censura necesaria de los datos privados. Los archivos de Epstein seguirán siendo una fuente de noticias en los próximos meses, conforme se liberen nuevos testimonios y registros que podrían comprometer a más personalidades. La transparencia es, en este punto, un camino sin retorno que busca dar una respuesta definitiva a las víctimas que esperaron décadas para ver la luz sobre los delitos cometidos en las sombras del poder.












