El informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, instituida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, revela una situación dramática en Gaza. Según el documento, se está produciendo un "genocidio" de la población palestina a manos de las autoridades israelíes, con un saldo de más de 112.000 asesinatos en los últimos dos años.
La presidenta de la comisión, Navi Pillay, afirmó que "la responsabilidad de estos crímenes atroces recae en las más altas esferas de las autoridades israelíes, que han orquestado una campaña genocida durante casi dos años, con la intención específica de destruir al grupo palestino en Gaza".
El análisis jurídico de 72 páginas cita como ejemplos de la intención genocida la escala de asesinatos, los bloqueos a la ayuda humanitaria, el desplazamiento forzado y la destrucción de una clínica de fertilidad. Cuatro de los cinco actos genocidas definidos por el derecho internacional se habrían llevado a cabo desde el inicio de la guerra contra Hamás en 2023.
Mientras las voces de solidaridad se levantan en el mundo reclamando paz y justicia para el pueblo palestino, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ha calificado el informe como "distorsionado y falso". Sin embargo, la evidencia presentada por la comisión de la ONU es abrumadora y pone en jaque a las autoridades israelíes.
En medio de esta tragedia, las celebraciones navideñas en Palestina se tiñen de dolor y luto, en contraste con la alegría que se vive en otras partes del mundo. Mientras más de 2.000 millones de cristianos se preparan para festejar el nacimiento de Jesús, los palestinos enfrentan la destrucción de sus hogares, la falta de alimentos y medicinas, y la pérdida de seres queridos.
La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante estos hechos que "averg enzan al género humano". Es urgente que se tomen medidas contundentes para poner fin a esta masacre y garantizar la protección de la población civil palestina.
