La prestamista informal Leticia Rodríguez, de 40 años, quien fue asesinada el viernes en Nicoya, Guanacaste, Costa Rica, utilizaba constantemente sus redes sociales para exhibir un estilo de vida ostentoso, con viajes, vehículos de lujo y joyas.
Rodríguez, de nacionalidad hondureña, había experimentado un crecimiento económico significativo en los últimos años. Inició con una soda en el barrio San Martín, pero posteriormente amplió sus actividades comerciales y acumuló una gran cantidad de bienes de alto valor.
Entre los negocios que se le atribuyen figuran una casa de empeños identificada como RR, ubicada en Santa Cruz, además de préstamos informales conocidos como "gota a gota". Su pareja sentimental, Meylin Álvarez, de 28 años, también tenía salones de belleza y peluquerías.
En sus redes sociales, Rodríguez mostraba de forma reiterada vehículos, joyas, dinero en efectivo, viajes al exterior, ganado, fincas y animales de raza. A su nombre figuraban siete motocicletas de alto valor, modelos entre 2018 y 2023, además de un cuadraciclo, un tractor y un vehículo Toyota Hilux valorado en más de 16 millones (aproximadamente $26,000).
Recientemente, Rodríguez había adquirido un automóvil de lujo cuyo valor rondaba entre los $84,900 y los $100,900 (más de 40 millones). Además, era propietaria de al menos cinco propiedades en Nicoya y una finca de 18 hectáreas en Nandayure, Zapotal.
Pese a este nivel de bienes registrados, en el Ministerio de Hacienda Rodríguez reportaba un salario mensual de solo 350 mil (aproximadamente $560).
El ataque en el que Rodríguez perdió la vida ocurrió el viernes alrededor de las 3:45 p.m. en un establecimiento comercial en el barrio San Martín de Nicoya. Dos sujetos encapuchados ingresaron al lugar y, sin mediar palabra, dispararon en múltiples ocasiones antes de huir.
Rodríguez recibió varios impactos de bala en el tórax y falleció en el sitio. Su pareja, Meylin Álvarez, sufrió dos heridas de bala en el tórax y dos más en la pierna derecha, por lo que fue trasladada de urgencia al hospital de Nicoya, donde se encuentra en condición grave.
El caso se mantiene bajo investigación por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para esclarecer el móvil del ataque y dar con los responsables.
