El traje rojo de Santa Claus, tan emblemático durante la Navidad, no siempre fue su distintivo. Aunque hoy esta imagen parece inseparable del personaje, su evolución está cargada de influencias culturales, artísticas y comerciales que marcaron el paso del tiempo.
A mediados del siglo XIX, el ilustrador Thomas Nast contribuyó significativamente a definir la imagen moderna de Santa Claus. Nast, conocido por sus caricaturas en la revista Harper's Weekly, retrató a Santa como un hombre bonachón con una apariencia más cercana a lo que conocemos hoy. Aunque al principio lo dibujó con diferentes colores, el rojo comenzó a destacar como una opción recurrente en sus obras.
En la década de 1930, Coca-Cola encargó al artista Haddon Sundblom una serie de ilustraciones para sus campañas publicitarias de Navidad. Sundblom creó al Santa Claus robusto y sonriente, vestido completamente de rojo con detalles blancos, que rápidamente se convirtió en el estándar visual del personaje.
Este traje no solo coincidía con los colores de la marca, sino que también transmitía calidez y cercanía, valores clave en las festividades navideñas. Según una publicación de National Geographic, algunos piensan que Coca-Cola "inventó" a Santa Claus, pero en realidad la empresa solo refinó y popularizó una imagen que ya estaba en desarrollo desde la creada por Thomas Nast.
Antes de que el rojo se convirtiera en la norma, Santa Claus fue representado con trajes de diferentes colores, incluidos el verde, el azul e incluso el dorado. Estas variaciones reflejaban las influencias culturales y artísticas de cada época, como los relatos holandeses de Sinterklaas o los primeros poemas y cuentos navideños estadounidenses. Sin embargo, ninguna de estas versiones tuvo el mismo impacto que el Santa Claus rojo popularizado en el siglo XX.
La imagen de Santa Claus vestido de rojo se ha convertido en un símbolo icónico de la Navidad, presente en todo tipo de decoraciones, juguetes y merchandising. Esta evolución demuestra cómo la cultura popular y las estrategias comerciales pueden moldear y transformar los símbolos que se vuelven parte integral de nuestras tradiciones.












