Este viernes 19 de diciembre, el cometa 3I/ATLAS, un objeto de origen interestelar, alcanzará su punto más cercano a la Tierra, despertando el interés de la comunidad científica internacional.
Se trata del tercer objeto de este tipo detectado por los astrónomos, después de los cometas 'Oumuamua' y Borisov. El cometa 3I/ATLAS fue descubierto por el sistema ATLAS, diseñado para identificar asteroides y cuerpos que podrían representar un riesgo para el planeta.
El cometa se desplaza a una velocidad cercana a los 60 kilómetros por segundo, lo que le permitiría recorrer la distancia entre Arica y Punta Arenas en apenas un minuto. Su origen se encuentra fuera del Sistema Solar, proveniente de otra estrella, y habría viajado durante miles de millones de años antes de ingresar por primera vez a nuestro vecindario cósmico.
Investigadores del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y estudiantes de postgrado de la Pontificia Universidad Católica de Chile han estudiado el objeto mediante observaciones realizadas con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), lo que ha permitido profundizar en su composición, dinámica y origen.
Según los estudios, el cometa 3I/ATLAS se habría originado en el disco grueso de la Vía Láctea, aunque no se ha podido identificar una estrella específica de la que provenga. Durante su largo viaje pudo haber tenido encuentros con otras estrellas, y su trayectoria podría remontarse a tiempos anteriores a la formación del Sistema Solar.
En cuanto a su tamaño, observaciones del Telescopio Espacial Hubble estiman que el núcleo de 3I/ATLAS tendría un diámetro entre 440 metros y 5,6 kilómetros, lo que lo haría aproximadamente de 1,5 a 19 veces más grande que la torre del Costanera Center en Santiago.
Las observaciones también han revelado una composición química particular, con la detección de vapores de níquel y hierro, además de compuestos de carbono en proporciones poco comunes en cometas del Sistema Solar. A medida que se acerca al Sol, su química se va asemejando más a la de los cometas solares.
Pese a la expectación que genera, los científicos han descartado cualquier riesgo de colisión con la Tierra. En su aproximación más cercana, el cometa estará a aproximadamente 270 millones de kilómetros, casi el doble de la distancia entre la Tierra y el Sol.
Aunque no será visible a simple vista, el cometa 3I/ATLAS podrá ser observado con binoculares potentes o telescopios amateurs desde Chile, ubicándose en la constelación de Leo, cerca de la estrella Regulus, durante las madrugadas del 19 y 20 de diciembre.












