El gobierno que actualmente ocupa La Moneda, la misma administración que se jactaba de tener una escala de valores superior a la del resto, está terminando su mandato de la peor manera posible: aferrándose a sus cargos sin ningún tipo de pudor, colocando a sus compañeros en puestos clave.
Esta denuncia, plasmada en una carta escrita por José Miguel Rodríguez Sáez, es apenas la punta del iceberg de lo que parece ser un intento desesperado por mantener el poder hasta el último día. La misiva, y posiblemente otras que puedan surgir, ayudarán a que esta "sinverg enzura" no sea olvidada fácilmente por la opinión pública.
El texto de Rodríguez Sáez es contundente al señalar que la generación que actualmente gobierna La Moneda, la misma que se jactaba de tener "una escala de valores superior", está terminando su mandato de la peor forma posible, "amarrando en sus cargos, sin ningún pudor, a compañeros".
Esta denuncia llega en un momento clave, cuando el gobierno se encuentra en sus últimos días al frente del poder. En lugar de hacer una transición ordenada y transparente, parece estar priorizando la colocación de allegados en puestos clave, con el evidente objetivo de mantener cierto control e influencia incluso después de dejar el cargo.
La carta de Rodríguez Sáez es un llamado de atención sobre las prácticas que, según él, están caracterizando los últimos días de este gobierno. Una situación que, de confirmarse, pondría en entredicho los principios éticos y de buen gobierno que la administración saliente tanto pregonó durante su gestión.
Es importante que la ciudadanía esté atenta a estos desarrollos, pues la transición de poder debe darse de manera ordenada y transparente, sin intentos de aferrarse al control por parte de quienes dejan el cargo. La democracia y la confianza en las instituciones están en juego.












