Los presidentes de los países del Mercosur se reunieron en Foz de Iguazú, Brasil, donde reafirmaron su compromiso con el acuerdo comercial con la Unión Europea, a pesar de las diferencias internas que afloraron durante la cumbre. Si bien coincidieron en esperar a que la UE supere sus divergencias para firmar el acuerdo, también dejaron en claro sus discrepancias sobre temas como la crisis en Venezuela.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, alertó sobre la "catástrofe humanitaria" que resultaría de una posible intervención armada en Venezuela, mientras que el presidente argentino, Javier Milei, pidió al Mercosur secundar la presión militar de Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Estas diferencias también se hicieron evidentes en torno a la flexibilización de las reglas del Mercosur para permitir que cada país negocie acuerdos comerciales de forma individual, algo que ya hizo Uruguay al adherir al bloque transpacífico CPTPP.
A pesar de estas discrepancias, los mandatarios coincidieron en seguir apostando por el acuerdo con la Unión Europea y en la creación de una Comisión para Combatir el Crimen Organizado Transnacional al interior del Mercosur.
Lula afirmó que varios países están "ávidos" por firmar acuerdos con el Mercosur, y que espera que algunos sean suscritos en los próximos meses, mientras que el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, manifestó su "desilusión" por el aplazamiento de la firma del acuerdo con la UE.
El presidente paraguayo, Santiago Peña, también expresó su deseo de firmar lo más rápido posible con la Unión Europea, pero advirtió que el bloque tiene que "mandar una señal" y acordar pactos con otros países mientras espera a la buena voluntad de los europeos.
En este contexto, Milei atribuyó el aplazamiento de la firma del acuerdo con la UE a la rigidez de las reglas del Mercosur, que obligan a los países del bloque a negociar conjuntamente acuerdos comerciales con terceros.












