En un preocupante panorama, México enfrenta una ola de asesinatos de policías que no da tregua. Según un informe de la organización civil Causa en Común, en lo que va de 2025 han sido asesinados al menos 336 agentes, un promedio de casi uno por día y un aumento del 8% respecto al mismo período del año anterior.
Los estados más afectados por esta violencia son Sinaloa, Guerrero, Guanajuato, Michoacán y Veracruz, que concentran la mayor cantidad de policías asesinados. Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México en octubre de 2024, se han contabilizado al menos 430 policías muertos.
Lamentablemente, esta no es una situación nueva. Durante el gobierno del anterior presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), Causa en Común documentó el homicidio de al menos 2.456 policías, una cifra estremecedora que refleja la grave crisis de seguridad que atraviesa el país.
Las autoridades mexicanas deben tomar medidas urgentes para frenar esta ola de violencia y proteger a quienes se encargan de velar por la seguridad de la población. La vida de los policías no puede seguir siendo tan vulnerable ante los embates del crimen organizado. Se requieren estrategias integrales que aborden las raíces del problema y brinden a los agentes las herramientas necesarias para desempeñar su labor de manera segura.
La seguridad de los mexicanos depende en gran medida de la capacidad del Estado para garantizar la integridad de sus fuerzas de seguridad. Ante este preocupante escenario, es imperativo que el gobierno tome acciones contundentes para poner fin a esta ola de asesinatos y recuperar el control de las calles.












